Otra vez los agoreros de la economía ponían énfasis en las desgracias que van a sobrevenir con la caída de la hoja en toda Europa. Mi tos me obligó a levantarme para escuchar a estos sabelotodo y aquí me tienes, otra vez, deprimido, pensando en que tendré que prescindir también de las manzanas y las mandarinas si quiero comer algo de pollo y de tarde en tarde una lata de sardinas. Esta gente lo pinta todo tan negro que los viejos estamos llamando a la puerta de la Parca para ver si nos lleva de una vez de este mundo porque estamos perdidiños.

Os lo digo con el corazón en la mano: tenemos que darle caña al mono hasta que aprenda latín rimado. O sea, en el idioma de los tertulianos, hemos de llevar a negro a todas las pantallas de todos los dispositivos, silenciar las voces que nos meten ese miedo atroz en el cuerpo y cerrar los ojos para no ver lo que está pasando en el edificio de al lado, no vaya a ser que se nos dé por seguirles y ponernos también nosotros en huelga de hambre.

A todo esto, no te conté lo que me dijo Balbino ayer.

—- Nada, temos que voltar a aldea para plantar centeo e millo e facer fariña para cocer o pan de antes, que ben que nos sabía. Coas patacas, o porquiño, unhos polos ben criados, un fato de galiñas poñedoras e alguns cabritiños, unhas berzas e unhos repolos, tomatiños e leituga para facer ensaladas sanas… con iso… fame non imos a pasar, digocho eu. O que temos que facer é deixar de comprarlles os abusós ises e mételo coche no garaxe.

Como veis, no es un mal plan contra el abuso social de este capitalismo salvaje que ha sometido a sus caprichos a unos políticos débiles e incapacitados para ponerle freno a las crisis sucesivamente provocadas para hundirnos en la miseria.

XERARDO RODRÍGUEZ, director de "Galicia Única"