NOS ESTAMOS QUEDANDO SIN EMPRESAS GALLEGAS

Estas compraventas que se están llevando a cabo en el país están poniendo en manos extranjeras las mejores y más rentables empresas gallegas. Los inversores llegan a Galicia como en su día fueron a los países africanos. Sí, no te mosquees, es así. Vienen a por las joyas, no por aquellas industrias que precisan apoyo para efectuar cambios tecnológicos o para levantar su producción.

Los inversores quieren rentabilidad inmediata y se fijan en los sectores productivos que más beneficios proporcionan. Y eso quiere decir que el empresariado gallego está en retirada, quiere dinero contante y sonante para vivir la vida, no para emprender. Ya les vale. Lo que quieren es que siga aumentando el número de millonarios.

Cupa es el gran gigante pizarrero gallego con unas exportaciones superiores al 70% de su producción y está considerada la mayor empresa pizarrera del mundo. Sus propietarios eran hasta ahora: la familia de Ulpiano y Aureliano Fernández y los herederos de Bautista López, tres de los cinco socios que fundaron la empresa. Estos controlaban el 80% de las acciones y el 20 por ciento restante estaba en poder de A Banca.

No sé por cuanto han vendido estos señores Cupa. Están en su derecho, desde luego, pero pasarán a la historia de Valdeorras como colaboradores necesarios de nuestros colonos económicos. Porque pronto seremos una colonia si las mejores empresas pasan a manos extranjeras.

—– No me vengáis con eso de la globalización, que estamos hartos por aquí de que nos putee hasta el Pupas…

No solo la política tiene la culpa de nuestros males… Cuidado con la noticia del día que habla de la inversión de 213 millones de euros en “empresas semilla” por parte de los llamados “fondos lanzadera”. Puede que en la enseñanza tengamos que sustituir el gallego por el chino.

LOS DE CUDEIRO ÍBAMOS CON LOS INDIOS

Hace ciento cincuenta años que los indios norteamericanos ganaron su última batalla, la de Little Bighorn, en Montana. Ya en 1866 Nube Roja, el jefe sioux, había infligido al ejército de los Estados Unidos su mayor derrota en Fetterman, donde perdió centenares de hombres. Al final, el avance del ferrocarril hacia el oeste hizo imparable la derrota de los nativos, que fueron encerrados en zonas controladas, esas que aún conocemos como “reservas”.

Me he permitido tener un recuerdo para aquellos bravos guerreros que montaban sus caballos a pelo, los héroes-parias de nuestro cine infantil. Haré honor a Nube Roja viendo una de aquellas películas en las que los de Cudeiro –que bajábamos al Principal, a Ourense, a verlas- siempre íbamos con los indios.

LA REVOLUCIÓN ÁRABE PASA POR EL DORMITORIO

Anda por aquí Mona Eltahawy, la heroína egipcia que lleva escrita en el cuerpo su libertad. Es aquella mujer que se manifestara en El Cairo contra la junta militar que sucedió a Mubarak. Se tiñera el pelo rojo y se tatuara ya a Sekhmet, la diosa egipcia de la venganza y el sexo, y también la palabra libertad.

En esa manifa la policía la agredió sexualmente después de romperle un brazo y una mano. Le cubrieron la cabeza y la encerraron en las dependencias del Ministerio del Interior. Lo hicieron por la simbología de sus tatoos tanto como por sus análisis en televisión que la convirtieron en una mujer sumamente popular.

De aquellos tiempos solo guarda una cicatriz porque Eltahawy ha sido capaz de recuperar la libertad de la geografía de su cuerpo, del que dice…

—- Es mío y solo mío. Ni del Estado, ni de la calle, ni de mi familia.

Además, Mona, nos dejó una frase que debiera hacernos pensar a todos en lo que realmente nos diferencia del mundo árabe:

—– Sin revolución en los dormitorios no habrá nunca democracia árabe.

Xerardo Rodríguez

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