El Tren Celta, servicio ferroviario internacional que conecta Vigo con Porto, operado por Comboios de Portugal (CP) con supuesto apoyo de Renfe, ha sido objeto de fuertes críticas recientes -y otras anteriores- debido a problemas estructurales y operativos que afectan su calidad. 
A continuación, recopilamos datos y tratamos de acercarnos a su triste realidad de un servicio que si fuese minimamente presentable tendría una demanda muy superior a la ya actualmente importante, a pesar del tercermundismo en que se mueve...

Ruta y operación : el Tren Celta une Vigo-Guixar con Porto-Campanhã, cubriendo más de 150 kms de línea férrea en unas 2 horas y 15 minutos, con dos frecuencias diarias por sentido. Utiliza viejos automotores españoles diésel de la serie 592, alquilados por la CP a Renfe, y realiza en el trayecto paradas en Valença do Minho, Viana do Castelo y Nine ( todas ellas en Portugal).

Historia : Este servicio internacional, que data en origen nada menos que de 1913, ha sido un enlace estratégico entre Galicia y el Norte de Portugal, aunque ha enfrentado intentos de suspensión en 2005 y 2011 por supuesta baja demanda provocada por el propio mal servicio prestado y falta de competitividad frente al autobús.

Es la única conexión ferroviaria internacional con Portugal tras la cancelación de otras rutas transfronterizas; y a pesar de todo es destacada por The Guardian como una de las mejores rutas transfronterizas de Europa por su paisaje, aunque con limitaciones en calidad del servicio y modernidad.
Los trenes, descritos como obsoletos y "malolientes" por muchos usuarios, utilizan alquilados viejos automotores diésel de la serie 592 que han alcanzado -además- en muchos casos su kilometraje máximo. CP ha devuelto muchas de las 23 unidades alquiladas a Renfe; las últimas ya por falta de acuerdo sobre el costo de las revisiones, lo que ha generado fuertes críticas en Portugal.

Desde el 17 de agosto de 2025, el servicio directo entre Vigo y Porto será eliminado, requiriendo a partir de ahora el viaje entre las ciudades más grandes de la Eurorregión, de un transbordo en Viana do Castelo pasando los viajeros a otro tren antiguo aunque eléctrico y con peores asientos que el que sale de Vigo y acaba en Viana, lo que ha generado indignación en Portugal, con usuarios e incluso académicos como João Miranda calificándolo de "retroceso inadmisible".

En 2024, la puntualidad del Tren Celta fue inferior al 50%, situándose entre los servicios menos fiables de Portugal. En 2023, 9 de cada 10 trenes llegaron tarde.
La regularidad del servicio es del 93%, por debajo del 97-98% de otros servicios portugueses, afectada por la antigüedad de los convoyes y también las huelgas en CP y Renfe...


La infraestructura ferroviaria, la vía, especialmente el tramo de Vigo hacia la frontera de Tui, requiere de una actualización en la tensión ferroviaria para poder mejorar la conexión respecto a lo actual.... aunque esta en realidad es una disculpa, pues Renfe y CP, si realmente quisieran, podrían y deberían disponer de un tren con máquina moderna diésel y coches de viajeros; todo mejor y más confortable que lo actual... Siempre con disculpas, que si la tensión eléctrica, que si los maquinistas, que si los sistemas de seguridad.... cosas que si hubiesen sido afrontadas realmente, si hubiese verdadera voluntad entre las dos compañías ferroviarias, estaría resuelto más rápido de lo que pensamos y desde hace mucho tiempo... pero realmente, ni se entienden ni se quieren entender Renfe y la CP...

El Eixo Atlántico do Noroeste Peninsular ha criticado muchas veces que el Tren Celta sea cada dos por tres una "solución temporal", así desde hace una década, exigiendo mejoras urgentes.
La Confederación de Empresarios de Galicia y la Xunta han reclamado una urgente conexión de  velocidad alta que reduzca el tiempo de viaje a 60 minutos para 2030, frente a las actuales 2 horas y media... pero no se han preocupado realmente en exigir las mejoras válidas para el tren actual, antes de estar años y años esperando a las vías nuevas de la "velocidad alta"...

Al final... acaba apareciendo en escena el autobús que resulta es más competitivo, con 15 frecuencias diarias, un tiempo de viaje de 1 hora y 40 minutos (50 minutos menos que el tren) y billetes más baratos (12 euros frente a 16,25 euros, aunque el tren ofrece promociones desde 5 euros).
La supresión del servicio directo entre Vigo y Porto que va a suceder ahora y la falta de modernización del material circulante  podrían ahora ya consolidar la ventaja del autobús hasta que la velocidad alta esté operativa en 2032 (según los políticos) o algunos años más después (2035) como apuntan técnicos objetivos en la materia.

Y lo peor de esta desgracia : que el "Tren Celta", a pesar de ser una calamidad, registró en lo que cabe una afluencia récord ya : en 2023, el Tren Celta transportó 115.000 pasajeros (3,3% más que en 2022) y en 2024 alcanzó 116.000, un récord histórico, mostrando una demanda creciente pese a las limitaciones que el servicio tercermundista ofrece.

Nadie olvida el atractivo paisajístico que este servicio internacional tiene. La ruta, que pasa por las playas de Viana do Castelo, la desembocadura del Miño y la ría de Vigo, entre otros lugares y paisajes de especial interés, ha sido elogiada por reporteros de revistas de viajes, por su belleza, siendo un atractivo para turistas y usuarios "sentimentales" del tren.

Desde 2012, el tiempo de viaje se redujo de 3 horas a 2 horas y 15 minutos al eliminar 13 paradas intermedias. Los vagones pasaron -desde el desastre que eran- a ser más cómodos, con mejor climatización y diseño interior... pero enseguida evidenciaban una pestilencia a gasoil, provinente de los ruidosos motores.

Ahora mismo, en Portugal : Hay indignación por la necesidad de transbordo a partir del 17 de agosto de 2025, con críticas fundadas al gobierno de Luís Montenegro y al ministro de Infraestructuras, Miguel Pinto Luz, con quien los trenes, por mucho que lo disimule, no ligan muy bien... Hay un gran cabreo en la ciudadanía por no garantizar la continuidad del servicio directo entre Porto y Vigo.
En España : hablaríamos más bien de silencio institucional. Ni la Xunta de Galicia ni el Gobierno español se han pronunciado sobre la situación hasta el momento, pese a las demandas de urgente modernización del material que se emplea y que a partir de ahora entrará ya en auténtico tercermundismo, con el impuesto transbordo en Viana do Castelo, "cambiando el uso del mulo por la burra", como estos días en ambientes ferroviarios se dice....
Ya en lo que a los usuarios se refiere : aunque algunos valoran su valor nostálgico y paisajístico, otros critican su obsolescencia y falta de fiabilidad, calificándolo como un "vejestorio" frente a los modernos trenes que deberían de estar presentes en este servicio internacional.

Perspectivas Futuras : se espera según los políticos (y es casi seguro que la fecha demorará más) que para 2032, una nueva línea de supuesta "alta velocidad" conecte Vigo y Oporto en unos 50-60 minutos de viaje, reemplazando así al Tren Celta que circula actualmente por la vieja línea del Minho lusitano. Estudios para este proyecto están más o menos avanzados en Portugal, pero en España aún están en fase informativa. Y en Portugal el dinero no abunda... cada vez que se meten en obras en infraestructuras ferroviarias, casi nunca cumplen los plazos... obras de menos entidad, que iban para un año... acaban siendo de tres y más... El ferrocarril en Portugal, ahora mismo, es el pobre al que el Gobierno de la Derecha malamente echa de comer y... gracias.

Riesgo de desaparición : sin mejoras inmediatas, el servicio podría seguir perdiendo competitividad, especialmente tras la suspensión ahora del enlace directo. 
La presión de comunidades y empresarios de Galicia y Norte de Portugal sería muy importante ahora mismo; se trata de buscar evitar su declive definitivo.
El Tren Celta, pese a su valor histórico y paisajístico, enfrenta un presente complicado por la antigüedad de sus convoyes, baja puntualidad y falta de inversión. La necesidad de transbordo a partir de este 17 de agosto de 2025 y la competencia del autobús amenazan su viabilidad, mientras la promesa de una conexión de alta velocidad en 2032 -promesa nada más- ofrece alguna esperanza, pero no soluciona los problemas actuales que no pueden ignorarse ni dejarse sin resolver. 
La falta de respuesta firme y exigente por parte de las autoridades españolas contrasta con la indignación popular en Portugal, reflejando una gestión y preocupación desigual de este enlace transfronterizo.

¿Por qué la Renfe y la CP no se ponen de acuerdo urgentente y pactan mejorar el material ferroviario a utilizar en el servicio internacional Vigo-Porto conocido por el "tren Celta?

La falta de acuerdo entre Renfe (España) y Comboios de Portugal (CP) para mejorar el material ferroviario del Tren Celta, que conecta Vigo y Porto, responde a una combinación de factores económicos, técnicos, políticos y estratégicos. 

1. Divergencias económicas y de responsabilidad financiera

Costos de mantenimiento: El Tren Celta utiliza automotores diésel de la serie 592, alquilados por CP a Renfe. Estas unidades, con más de 40 años de antigüedad, han alcanzado su kilometraje máximo, lo que requiere revisiones profundas costosas. CP devolvió muchas de las 23 unidades alquiladas en los últimos años porque no se llegó a un acuerdo con Renfe sobre quién debía asumir los costos de estas revisiones, evidenciando tensiones financieras.

Falta de incentivos económicos : El servicio, aunque ha visto un aumento de pasajeros (116.000 en 2024), no es tan rentable como otras rutas prioritarias para ambas operadoras. Renfe y CP priorizan inversiones en sus líneas nacionales (como el AVE en España o el Alfa Pendular en Portugal) frente a un servicio regional transfronterizo con menor volumen de usuarios.

2. Diferencias en prioridades estratégicas

Enfoque nacional vs. transfronterizo : Renfe está enfocada en expandir su red de alta velocidad y servicios internacionales de mayor perfil (como los AVE a Francia), mientras que CP prioriza ahora mismo la modernización -"a cámara lenta"- de su red doméstica, especialmente en el corredor Lisboa-Porto. 
El Tren Celta, como enlace regional, queda relegado en las agendas de ambas empresas.

Falta de coordinación bilateral : A pesar de los acuerdos políticos históricos entre España y Portugal (mucho chau-chau, mucho embaucar con las Cimeiras Ibéricas, pero...), la cooperación para verdaderamente modernizar el Tren Celta ha sido muy limitada y casi inexistente. La infraestructura transfronteriza, como el tramo Vigo-Guillarei-Tui, requiere armonización técnica (por ejemplo, en la tensión eléctrica), pero no hay un plan conjunto claro, tampoco la solución alternativa momentánea dee un buen tren diésel (Renfe y CP tienen material, la primera la máquina, la segunda los modernizados coches españoles "Arco" que compró y mejoró), lo que refleja una falta de voluntad política para priorizar esta ruta.

3. Problemas técnicos y de infraestructura

Material obsoleto: Los trenes de la serie 592 no cumplen con los estándares modernos de confort, eficiencia o sostenibilidad. Sustituirlos implicaría una inversión significativa en nuevos trenes (eléctricos o híbridos) compatibles con las redes de ambos países, lo cual requiere coordinación técnica compleja. Por otro lado, ni siquiera se apuesta por montar -de momento- un moderno tren diésel, con locomotora española moderna y modernizados coches de viajeros "Arco" que la CP sí tiene tras reconstruirlos uno a uno en sus talleres de Guifões (Matosinhos)... Es un escándalo, una vergüenza, que no se haya puesto en marcha esta solución temporal y para no hacerlo se ande con disculpas de lamentos, burrocracias y otros absurdos lópeces que, si hubiera verdadera voluntad, estaban superados ya hace mucho tiempo...

Infraestructura desactualizada : en teoría la línea Vigo-Porto está toda electrificada, pero... de momento hay dos tensiones, una hasta Tui, otra después... lo que limita el uso de trenes eléctricos modernos, solamente podrían usarse los bitensión; algunos de esos tiene Renfe, pero no los quiere poner en este servicio internacional... alegando enseguida que habría que instalarles sistema de seguridad convel, no sé qué y no sé cuantos... siempre las "disculpas del mal pagador".  En seguida se alega incompatibilidad técnica : la transición a trenes más modernos implica alinear estándares técnicos entre los sistemas ferroviarios español y portugués, lo cual añade complejidad y costos adicionales....

4. Falta de presión política y social

Silencio institucional en España : La Xunta de Galicia y el Gobierno español no han ejercido una presión significativa para modernizar inmediatamente el servicio, a diferencia de Portugal, donde al menos hay críticas públicas al Gobierno -de Cámaras Municipales, por ejemplo- por la triste situación del Tren Celta. Sin una presión política fuerte, Renfe seguirá viendo para otro lado y CP no prioriza la mejora del servicio.

Demanda insuficiente : Aunque la afluencia ha crecido, no compite para estas empresas ferroviarias CP y Renfe (que aparentan estar "solamente al negocio") con otras rutas de alta prioridad. La competencia del autobús, más rápido y barato, reduce la urgencia de invertir en el tren... esto parece anidar en la mentalidad de la clase política actualmente gobernante en ambos países.

5. Suspensión del servicio directo y transbordo

A partir del 17 de agosto de 2025, el servicio directo será interrumpido, requiriendo un transbordo en Viana do Castelo debido a la escandalosa y aberrante incapacidad de Renfe y CP para mantener un material rodante operativo y decente. Esto refleja una falta de acuerdo operativo inmediato, exacerbada por la devolución de las unidades 592 por parte de CP.

6. Perspectivas de futuro y falta de visión conjunta

"Alta velocidad" en el horizonte : la cogieron perra los gobernantes de Portugal y España; y sin importantes para nada el calamitoso y peligroso presente, los ejecutivos de ambos países están enfocados en un futuro enlace de supuesta alta velocidad Vigo-Oporto para 2032 (promesa que solo casi milagrosamente se podría cumplir), lo que podría estar desviando recursos y atención para resolver en urgente y muy grave problema del Tren Celta, considerándose la búsqueda de una solución temporal válida para utilizar durante los casi diez años que aún habrá que esperar hasta que "el futuro veloz" llegue. 
La realidad es que, para más inri, la falta de avances concretos en este proyecto de futuro deja al servicio actual en un limbo en donde las imprescindibles soluciones nadie las busca ni implementa.

Falta de liderazgo conjunto : la ausencia de un organismo binacional fuerte que supervise y presione por mejoras en el Tren Celta dificulta la imprescindible y urgente toma de decisiones drásticas y coordinadas.

Epílogo : 
La falta de acuerdo entre Renfe y CP para mejorar el material ferroviario del Tren Celta se debe a una combinación de costos de mantenimiento, prioridades estratégicas divergentes, limitaciones técnicas, falta de presión política y una empecinada visión a largo plazo centrada en la supuesta alta velocidad futura en lugar de solucionar primero y con urgencia las mejoras inmediatas que en su realidad actual este servicio internacional necesita. 
Esto ha llevado a un servicio cada vez más obsoleto, con un transbordo inminente que agrava todas las inmensas críticas. 
La situación podría mejorar con mayor coordinación política y presión de la ciudadanía, pero siendo agosto, vacaciones, calor, incendios y otros lópeces, la triste realidad es que... actualmente no hay señales claras de un pacto inminente, ni siquiera a medio plazo...
La pura y dura realidad es que a partir del 17 de agosto, el tren Celta morirá... El servicio internacional que unía Vigo y Porto directamente, deja de existir...
Quedará, sabe Dios hasta cuándo, un tren maloliente que irá de Vigo a Viana do Castelo y de Viana do Castelo a Vigo. Los viajeros, en Viana, para ir a Porto, se bajarán del maloliente y entrarán en un automotor eléctrico del servicio "regional" que une Viana con Porto... y así llegarán a la ciudad de Porto.
En sentido inverso, los viajeros para Vigo... tomarán un "regional" automotor eléctrico en Porto, que les llevará a Viana do Castelo. En esta estación se subirán al camello maloliente diésel que les llevará hasta Vigo...
Siglo XXI... Con Franco y Salazar como dictadores en los respectivos países, esto no pasaba... Había un tren automotor TER, construído por la Fiat, que prestaba el servicio directo entre Vigo y Porto. Ese "Ter", comparativamente, proporcionalmente, era bastante mejor que el material del servicio actual...
¿No se les cae a nadie la cara de vergüenza?
¿A qué espera Europa para intervenir en el desastre de los trenes "internacionales" y transfronterizos?
Cada vez más parece que Europa solamente empieza, para esto, en los Pirineos...

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Informe análisis elaborado por 
la RBTRIBUNA, con apoyo en archivos,
elementos informativos actuales y pasados
Fotografías recientes del gran aficionado ferroviario
Chico Pereira, documentando en redes sociales 
el traslado por la CP de 3 "camellos" diésel unidos, 
cruzando el puente en Valença-Tui, a través del
Miño, para entregarlos en la plataforma ferroviaria de 
As Gándaras, a la Renfe...