Se paró el reloj...
SE PARÓ EL RELOJ
Se masca el silencio en las tabernas de la aldea y vuelve otra vez la ficción a hurgar en nuestros cerebros. Todo el mundo calla y nadie escucha. Las meigas se nos fueron de vacaciones. Estamos quietos parados. A la expectativa. Pendientes de lo que sea. No nos mueve nada. Ni nos motiva. En nuestro mundo se paró el reloj. Peor, alguien ha cambiado la hora. Vivimos con retraso. Las noticias son de anteayer. Hasta los pájaros cantan los cantos sabidos. Todo lo que nos rodea es repetido…
—– ¿Qué pasa?
—– La vida sigue igual…
Las gaviotas vuelan felices sobre el mar. La marea está baja. Las rosas rojas se marchitan. En el círculo ya no hablan los druidas… ¡Y tampoco me queda zumo de naranja!
SANTOS EN LA CÁRCEL: ¿Y AHORA QUÉ?
Eso sí, Santos Cerdán está, desde el lunes, en la cárcel mas famosa de España, la de Soto del Real. Pasó las dos últimas noches en el módulo de ingresos, junto a un “preso de confianza”, en una celda de doce metros cuadraros, sin tele, ni radio, ni internet. Tras interrogarle, el magistrado del Tribunal Supremo Leopoldo Puente ha dictado prisión preventiva, como había pedido la Fiscalía Anticorrupción, situación en la que puede permanecer hasta dos años.
El instructor estima que el “botín” derivado de los amaños de contratos públicos podría ser superior a los cinco millones de euros, en el supuesto de que “el premio económico por la indebida adjudicación de las obras hubiera constituido, por hipótesis, un uno por ciento del valor de las adjudicaciones”. Esto “refuerza” la idea, señala el instructor, de que “más personas, físicas o jurídicas”, además de Cerdán, Ábalos y Koldo García, pudieron haberse lucrado con las adjudicaciones.
En su declaración del lunes, Santos Cerdán solo contestó a las preguntas de su abogado y le dijo al juez que se “se sentía perseguido por ser el arquitecto de la política del PSOE”.
La investigación se halla a medio camino del informe final y fuentes de la UCO aseguran que va para largo.
En el horizonte inmediato, dentro de tres días se reúne la ejecutiva federal socialista y la semana que viene, el Pleno del Congreso abordará el caso; pero que nadie se crea que Sánchez va a dimitir o se va a hacer a un lado para que gobierne otro socialista. En primer lugar, porque es su mejor salida y en segundo porque las fuerzas políticas que le sostienen en la presidencia no quieren elecciones, sino alargar la Legislatura lo máximo posible.
Todos los juristas pronostican que al presidente de España no le va a salpicar jurídicamente este asunto, pero si le afectará y mucho a nivel político. Hacer tiempo esperando a que pase -todos los casos pasaron sin más víctimas que los culpables- es lo que le queda.
XERARDO RODRIGUEZ
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