Bailemos la danza de la lluvia...
BAILEMOS LA DANZA DE LA LLUVIA
Mientras mi Val da Mahía amanecía con niebla y frescor este 14 de agosto, mi Ourense del alma, la provincia, ardía por dos de sus cuatro costados, esta mañana, enlutando los paisajes de mi adolescencia, a medida que avanzaban los incendios por el Macizo Central. Esta noche como la de ayer, además, fue de confinamientos y desalojos “que nunca chegou o lume tan perto das nosas casas” como decían mis paisanos. Si ayer daba pena ver como las vacas abandonaban la sierra de Queixa, su hogar, en remolques… hoy nos asombra lo pavoroso de esta ola de fuego que ya quemó casi 15.000 hectáreas, más de siete mil en el municipio de Chandrexa al que pertenecen los montes mas bellos que te puedas imaginar. Dicen los expertos que en esta zona los incendios aún están lejos de ser controlados y por lo que se ve, esta es ya una de las grandes catástrofes ecológicas de los últimos veranos. En el Macizo Central de Ourense se concentran hoy la mayoría de los incendios de Galicia.
Arde Galicia y también España y Portugal. Aunque la península Ibérica parece haber sido atacada por la ira de Vulcano, las causas de esta debacle son bien conocidas al margen de las altas temperaturas y los vientos incontrolables. Todos los ingenieros forestales que han hablado del tema coinciden en que la principal es la falta de prevención. Así que, las comunidades autónomas -que tienen asumidas todas las competencias en materia de fuegos forestales- son las responsables de que ni siquiera exista un plan.
Invoquemos a nuestra amada lluvia para que ponga fin a toda esta lacra medioambiental. Pero según los pronósticos aún quedan muchos días de verano, el mas caluroso de la historia. Bailemos pues, todos, la danza del agua; a ver si cae de los cielos cual maná.