¿Paz podre?, consulta con paraguas, de pie en autobus y... 93 años de la última habitante de una aldea
rbtribuna
Hay días que, cuando llego al punto de venta más cercano de la Prensa impresa, me dicen aquello de...
---Lo siento, salmonetes ya no nos quedan...
cuando en un bar que servían buen pescado en la zona de Bouzas, hace ya muchos años, recalábamos alguna que otra vez, para saborear tan exquisita como escasa variedad de pescado que, con los años fui viendo desaparecer de la lista del día de las casas de comidas.
Pues lo mismo sucede ya con los periódicos impresos, que llegan ya a cuentagotas a los pocos puntos de venta, cada vez menos, que quedan... Es intolerable lo que han hecho con las publicaciones impresas...
Hoy sí logré un ejemplar de La Voz de Galicia, para luego leer con calma y subrayar aquí lo más interesante...

Otra paz firmada para Gaza
La ciudad egipcia de Sharm el Sheij fue testigo ayer de la ceremonia de firma de la paz en Gaza. El acto fue presidido por Donald Trump, que lo calificó como «el amanecer histórico de un nuevo Oriente Medio». Más de una treintena de jefes de Estado y de Gobierno estaban presentes en la firma, entre ellos Pedro Sánchez, pero no así los representantes de Hamás ni el primer ministro hebreo Netanyahu. Horas antes, Trump había sido recibido con vítores en el Parlamento israelí, donde dijo que, dentro de generaciones, «este será recordado como el momento en que todo empezó a cambiar». Dos años después de los atentados y el ataque de Hamás en Israel, veinte rehenes que estaban vivos fueron liberados por el grupo islamista. Faltan 24 fallecidos durante el cautiverio, cuyos cuerpos siguen en Gaza. Tel Aviv, por su parte, liberó a casi 2.000 presos.
Pasar la consulta médica con paraguas
En la cristalera del Centro Médico Pontevedra, situado en la calle Eduardo Pondal de la ciudad bañada por el Lérez, hay un cartel en el que se le dan las gracias a los vecinos por los siete años de goteras que sufren en el local. Y a ese cartel le acompaña otro en el que se indica que ya han pasado más de 250 días desde que una sentencia judicial obligó a los propietarios a realizar obras «para que cesen las filtraciones, con reparación de las tuberías, y a reparar o indemnizar por los daños causados». Cuentan en la clínica que la primera gotera apareció en enero del 2018, que los peritos destacaron que las tuberías estaban corroídas y que habría más filtraciones, como así ocurrió: archivo, recepción, vestuario... las goteras iban apareciendo una a una. Los empleados hacen ahora su trabajo con paraguas, esperando que algún día lleguen las reparaciones.
Más de un año con medio centenar de menores de pie en el autobús
Viajan casi a diario entre la localidad de Ares hasta el instituto de Mugardos. Son «casi 50 menores de pie» en un autobús que pasa por tramos interurbanos y carreteras que permiten alcanzar los 80 kilómetros por hora. El hecho ha sido denunciado en varias ocasiones, incluso por la propia Policía Local mugardesa. Los agentes recuerdan que la situación se repite desde hace más de un año, «incluso los estudiantes van ocupando las escaleras, porque no tienen dónde ponerse», dicen. El transporte depende de la Consellería de Presidencia y cubre la línea desde el cruce de Redes (Ares) a la plaza de Galicia (Ferrol), en ida y vuelta Ferrol-Ares-Ferrol, pasando por Mugardos. Desde la Xunta recuerdan que en recorridos cortos el autobús puede llevar pasajeros de pie, según las características del trayecto.

93 años y la última habitante de una aldea de Navia
Balbina Eiros, con 93 años, es la última vecina de una aldea que llegó a tener más de medio centenar de habitantes. El tiempo lo pasa detrás de la cocina bilbaína en el invierno, periódico en mano, y con paseos y tareas de la huerta en verano. «Teño moito en que entreterme durante todo o ano», dice. La rutina la rompen las visitas de sus cinco hijos y sus nietos. Aprendió a coser en su casa antes de su mayoría de edad y convirtió aquella actividad en su fuente de ingresos, tejiendo para su propia familia o con encargos de vecinos y otros clientes. Se acuerda de la falta de teléfono, de la inexistencia de transporte, con largos viajes a pie hasta A Fonsagrada, o de los partos en casa. Ella, por ejemplo, dio a luz a todos sus hijos en la vivienda. «Recordo foliadas arredor da aldea de moita xente. Pero todo iso acabouse», añade.
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