Espacio natural espectacular, en el fondo-inicio de la ría de Vigo, tierras de Vilaboa lindantes y bañadas por la marea que sube y baja. Espectacular paisaje, marismas, aves diversas, senderos por los que pasear kilómetros... son As Salinas do Ulló, el lugar al que nos referimos y que merece la pena visitar previa consulta de la tabla de mareas, para así hacerte idea del tipo de paisaje -con más o menos agua- con el que te vas a encontrar. Cuando nosotros visitamos el espacio de As Salinas do Ulló, la marea estaba terminando de bajar, de ahí el paisaje que se aparece en las fotos del reportaje de ARAÚJO MACEIRA.


As Salinas do Ulló, en Vilaboa (provincia de Pontevedra), son uno de esos lugares aún desconocidos por muchos. En la parroquia de Paredes, en Vilaboa, aparece el desvío que ha de tomarse desde la carretera que partiendo de la antigua nacional Pontevedra-Vigo lleva por la orilla de la ría viguesa hasta el nudo de acceso al Puente de Rande, la autopista AP-9 y la autovía do Morrazo. 
As Salinas de Ulló datan del Siglo XVII. Hay quien habla de que fueron creadas allá por el año 1637.
Un muro de piedra cierra toda la zona para evitar que el agua del mar salga sin más. En su momento, cuando las salinas estaban activas, trabajaban así las aguas y por evaporación la sal se iba quedando en el terreno, de modo que luego se recogía a través de un adecuado sistema.
En una parte del muro que cierra lo que daríamos en llamar el recinto de As Salinas do Ulló, además de las compuertas que existían para evitar que el agua volviese en mayor o menor cuantía a la Ría, habían construido también un molino de mareas, del solamente quedan los restos de las compuertas ubicadas en la zona del muro.
Restos de antiguas edificaciones aún quedan por la zona, tal vez eran dedicadas a los empleados de aquellas salinas que hoy ya no existen. Porque en la actualidad, As Salinas do Ulló ya no funcionan como tales, pero forman parte un pequeño parque de gran interés ecológico, interés que los visitantes valoran al apreciar lo faunístico y ornitológico. Sirve así este territorio como hábitat de diferentes aves y plantas. Y, por supuesto, en diferentes etapas del año, resulta ser lugar elegido por diferentes aves migratorias.
Recorrido fácil, cómodo, por senderos adecuados... lugar ideal para, en cualquier época del año, entrar en contacto con la Naturaleza durante dos o tres horas, tiempo razonable para disfrutar de este atractivo paraje de As Salinas do Ulló.

Las salinas reciben su nombre del bajo valle del Ulló, situado en la parroquía de Paredes. Su importancia no es solamente etnográfica sino tamen natural, pues constituyen un lugar de referencia para el paseo y la observación de la avifauna del LIC Enseada de San Simón

Los antecedentes de As Salinas do Ulló se remontan al reinado de Felipe IV en el siglo XVII sobre el año 1637. Vinculadas primero al monasterio de Poio, las salinas comenzaron a ser explotadas por los Jesuítas de Pontevedra en 1694 y consiguieron gran importancia en los siguientes años.

La explotación se mantuvo a lo largo de los tiempos, y a finales del siglo XIX, se construyo en este espacio uno de los pocos molinos de mareas existentes en Galicia, con un funcionamiento que se basaba en el aprovechamiento del movimiento de las corrientes del hondo de la ría para generar fuerza hidráulica. 

Las salinas son también el punto de inicio de distintos senderos homologados, como el PRG-106 Sendeiro de los Muiños de Vilaboa y Suelo del Vilar, que asciende incluso el lago Castiñeiras, al largo del río Trasmil, mostrando unos 15 molinos, algunos restaurados y otros en estado ruinoso, pero que dan a esta dificultosa subida un encanto especial, u otros de dificultad casi nula que nos llevan a lo largo de la costa hasta zonas de interés natural.

Las Salinas y las Marismas de Vilaboa forman parte de la Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) y del Lugar de Interés Comunitario (LIC) de la Enseada de San Simón y debido al alto interés natural de las comunidades que conserva, participa en el proyecto europeo Red Natura 2000, red europea de lugares protegidos tiene como objetivo principal preservar la biodiversidad.

Medio natural

En esta área podemos distinguir 4 ecosistemas: el bosque de ribera, que acompaña a los cursos que desembocan en las marismas; la carriceira, donde se remansa el agua dulce; la marisma, en las aguas salobres; y por último la ensenada, de aguas predominantes marinas.

Bosque de Ribeira: los pequeños ríos llegan a este espacio acompañados de un denso bosque de ribera, donde el ave más llamativa es el Cardenal (pyrrhula pyrrhula).

Carrizales: El rascón común (Rallus aquaticus) anida en el medio de las densas masas de Carrizos (Phragmites australis) .

Marisma: Se dejan ver garzas, garcetas y hasta espátulas, aunque el ave mas frecuente es la Garza real (Ardea cinerea) permanece inmóvil entre las altas matas de Juncos Marinos (Juncus marinus) a la espera de algún pequeño vertebrado del que alimentarse.

Ensenada: La importante zona intermareal, cubierta en parte por la Zostera marina, tiene asociada a una alta productividad que permite en las migraciones invernales el asentamiento de un gran número de aves entre las que destaca el ánade silbón (Anas penélope), con cerca de 3.000 individuos.