Libre de derechos...) Cien años de sueños
LIBRE DE DERECHOS
Todos los paganos hemos tirado alguna una vez contra la SGAE sin conocer a los muchos creadores que viven solo de sus derechos porque sus musas hace tiempo que les abandonaron. Las sociedades de autores son la seguridad social de los artistas, aunque en algún momento también se hayan convertido en fábricas de chorizos.
Como por ejemplo la Warner Chappell Music, que en su día se apropió de los derechos de muchos autores y autoras con sus leoninos contratos; entre otros, los de las hermanas Patty y Milred Hill, de Kentucky, a quienes debemos la creación de la canción más popular del mundo, la que todos cantamos aún cuatro o cinco veces al año, el Happy Birthday o Feliz Cumpleaños, que fue escrita en 1893.
La multinacional se quedó con los derechos de este tema que cotizó millones de dólares por las películas, los videos, los discos y la ejecución pública por orquestas o cualquier tipo de formación musical. Solo se salvaron las interpretaciones familiares.
Milred y Patty no cobraron ni un dólar por su canción, que crearon para cantarla en los jardines infantiles. Pero ahora tampoco Warner cobrará un céntimo.
Resulta que cantante Rupa Marya presentó una demanda tras recibir una factura de 455 dólares en 2013 por cantar el tema en un concierto, el día de su cumpleaños. La apoyaron múltiples artistas y un tribunal de Los Ángeles la declaró “de dominio público”, con lo que se acabó la estafa de la multinacional.
La historia quedaría redonda si otro tribunal hiciera pagar a los herederos de Milred y Patty lo cobrado por Warner mediante una trampa legal.
Por cierto, la mejor versión que yo he escuchado fue aquella que Marilyn Monroe cantó en el cumpleaños de John F. Kennedy… ¿Recuerdas?
CIEN AÑOS DE SUEÑOS
Cuando te mires al espejo nunca veas en tus canas el pasado gozoso. A su lado siempre llega asociada la tristeza de los momentos horribles vividos a palos, que alguno habremos merecido. Tus arrugas no deben arrastrarte a la inalcanzable meta de los recuerdos… sino conducirte a los momentos dulces de una madurez que otros ni siquiera pudieron alcanzar.
Esta noche me he reído un rato con Revilla, adivino oficial de la tele. Me quedé al margen de sus pronósticos políticos y tomé de su discurso un dato que nunca podré comprobar: en el año 2060 todos los españoles llegarán a los cien años.
El hombre lo dijo para prevenir el asunto de las pensiones, pero yo me lo tomo como algo que ya quisiéramos los de mi generación. Ya sabes…
—– La esperanza es lo último que se pierde.
Xerardo Rodríguez